La palabra inca hace retroceder al siglo XII de la era cristiana, una cultura que se afianzó en el territorio peruano ya que en sus inicios comenzaron a llegar las primeras familias al valle de Cuzco, la vieja capital del imperio. Todo terminó en 1572, cuando los españoles invadieron sus tierras, momento en el que muchos de los poblados que estaban siendo manejados por los incas se manifestaron insatisfechos y eso repercutió en la unión al otro bando.
Gracias a la invasión de los pueblos de al lado, los incas crearon un gran imperio llamado Tahuantinsuyo que significa ‘las cuatro porciones del mundo’, que llegó a tener en su punto más álgido 15 millones de habitantes y una extensión que llegada a países de América del Sur como Ecuador, el extremo de Colombia y el norte de Argentina y Chile.