El fascismo fue una corriente y un sistema político y social que tiene una naturaleza dictatorial y están situados en la derecha, todo lo contrario al liberalismo y a la democracia. Este movimiento se originó por la causa de la crisis económica y social que se vivió después de la guerra, además de la decepción del pueblo por los pocos resultados económicos y políticos que logró el país italiano en el Tratado de Versalles. El dictador Mussolini aprovechó la ocasión para que un grupo fascista conquistase el poder e implantara una dictadura de régimen nacionalista, totalitaria y autoritaria.
El movimiento fascista es antiliberal, antidemocrático, antimarxista y segregacionista, ya que se desarrolló una raza superior. Esta doctrina sometió al pueblo, vulnerando sus derechos e imponiendo las necesidades que en ese momento tenía el Estado, a través de la voluntad del propio pueblo y sin la implementación de la violencia aunque años más tarde, se hizo necesaria con aquellas personas opositoras al régimen.
El Estado fascista se conforma con un único partido con organización militar, que acapara toda la labor cívico-democrática, siendo prácticamente inviable otro partido por la fuerte coacción y la difusión sistemática.
Después de la Segunda Guerra Mundial, esta doctrina ideológica fue repudiada por las personas pero en los años 80 y 90 volvió a aparecer en ciertos estados democráticos occidentales creándose el neofascismo con aptitudes xenófobas y racistas.
Características del fascismo
Totalitarismo
El Estado forma parte de los aspectos más importantes de la vida de las personas como la escuela, los medios de comunicación, el trabajo, etc, y prohíbe que se oigan las voces opositoras. Sólo hay un partido político y la democracia y el voto no se tienen en cuenta ya que opinan que son métodos inservibles para sacar adelante un país.
Antimarxismo
Tiene un pensamiento unificador y nacionalista, además se centra en ilegalizar los partidos de izquierda y oprimir a toda forma de oposición y a personas comunistas, anarquistas y socialistas.
Militarismo
El aparato militar fue imprescindible para que se mantuviese el autoritarismo, un espíritu que se difundió a la sociedad. La educación con un carácter militar y los desfiles militares formaron parte de la cotidianidad en las épocas de gobiernos fascistas.
Nacionalismo
El fascismo glorifica hasta el extremo el concepto de nación, el cual se caracteriza por otorgar una trascendencia sobresaliente a la unidad de la nación, siendo la familia tradicional el pilar básico de la sociedad.
Propaganda desmesurada
Los medios de comunicación como la radio y la prensa, ejercieron como herramientas de propaganda para divulgar sus ideales y sus victorias, sin dejar que se publicaran otro tipo de opiniones.
Miedo y represión
El uso del terror o el miedo fue un buen método para tener un control psicológico y coactivo de toda la población, y de esa forma no tener ganas de revelarse, y, para ejercer una forma de represión ante ideas opuestas a las del gobierno, en este caso fascista.
Discriminación
Se instauran políticas restrictivas y discriminatorias en determinados aspectos como la homosexualidad, la eutanasia y el derecho al aborto.