El agua potable se denomina al agua que se potabiliza, es decir, aquella que pasa por un proceso en el que se convierte en agua saludable para que cualquier ser vivo pueda consumirla sin que le suceda ningún problema. Para que al agua se le tenga en cuenta como potable debe tener una cantidad de minerales que esté ecuánime, además de que el pH debe estar entre los parámetros de 6,5 y 6,9.
Este tipo de agua se determina por estar sometida a un tratamiento adecuado que hace que esté libre de distintos microorganismos como pueden ser los gérmenes y las bacterias y de diferentes componentes virulentos, todos con posibilidad de dañar la salud de los seres.