El Estado de bienestar es uno de los desarrollos sociales más destacados que representa el poder que tiene el Estado sobre la forma de vida de la población, centrándose en la preocupación por ellos. Tuvo su auge en el continente europeo en la época de la postguerra, un proceso que sobresalió por motivo de la dos guerras mundiales que sucedieron en el planeta Tierra.
La finalidad del Estado benefactor fue que todos los ciudadanos tuviesen una vida plena y para ello optaron por reducir la miseria y aumentar la opción a conseguir vivienda. También incidieron en la sanidad y el incremento de sus servicios, en la mejora de la educación y en la dignidad para las personas de la tercera edad.