La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2015) afirma que en todo el mundo hay alrededor de 1.900 millones de personas adultas que sufren de sobrepeso, y de todas ellas más de 600 millones padecen obesidad, por lo que es un estado patológico muy serio que se debe tratar. Podemos definirla como una enfermedad crónica de origen multifactorial que se basa en tener una cantidad excesiva de grasa corporal, la cual repercute a nivel cardiovascular.
Normalmente, la obesidad comienza en la infancia o en la adolescencia y tiene un origen genético y/o conductual, por lo que se establece un desequilibrio entre la ingesta de calorías y el gasto energético que conlleva a formar parte del síndrome metabólico y un factor de riesgo muy conocido.
Si tienes interés por saber cuáles son las características de la obesidad, te animamos a que sigas leyendo.
Desbalance calórico
La obesidad es el resultado de un desbalance energético expresado en calorías y eso, a su vez, está ligado con una predisposición hacia la modificación dietética con un aumento en la ingesta de alimentos con muchas calorías, azúcares y grasa. Además, realizar poco ejercicio físico a causa de los hábitos sedentarios agudiza esta enfermedad crónica.
Componentes psicológicos
Hay estudios relacionados con la epidemiología que muestran que la baja autoestima es uno de los factores que puede repercutir en la obesidad. También podemos hacer mención a otros problemas como la ansiedad, ya que cuando una persona se siente ansiosa tiende a comer más, sobre todo alimentos de peor aporte nutricional.
Diversas consecuencias
Al acumularse la grasa bajo el diafragma y en la pared del tórax puede llevar a que haya un aumento de la presión en ambos pulmones, lo que conlleva a que respire con dificultad, incluso pueda ahogarse. Estos problemas respiratorios también influyen en el ciclo del sueño, causando así que la respiración se detenga en repetidas ocasiones.
Otro de las consecuencias de la obesidad es el problema en las articulaciones al ejercer presión sobre las mismas, lo que provoca la inflamación de los mismos originando una tendinitis que, si se agrava, puede llegar a producir desgarros y es difícil mover la zona afectada.
Lograr un peso saludable como meta
Tratamientos más leves
- Cambio en la dieta: disminuir el porcentaje de calorías y no hacer caso a ningún tipo de dieta relámpago, ya que el proceso de bajar de paso debe durar al menos 6 meses.
- Ejercicio físico: aumentar la actividad física y poder mantener una rutina al menos un año, incluso con caminar es suficiente.
- Cambios en el comportamiento: realizar cambios en su estilo de vida con ayuda de un psicólogo, psiquiatra y/o grupos de apoyo.
Tratamientos más drásticos
El tratamiento de la obesidad incluye cambios en la alimentación y el aumento de ejercicio físico, pero si eso no funciona hay que buscar otros tratamientos más drásticos.
- Cirugía bariátrica con dos partes:
- Procedimiento similar a una manga gástrica.
- Conectar la parte final del intestino al duodeno para evitar la mayor parte del intestino.
- Cirugía laparoscópica de banda gástrica ajustable: colocar una banda inflable de silicona que se coloca alrededor de la boca del estómago para restringir la ingesta de alimentos.