La contaminación del suelo se ha establecido como una importante variación que se ve plasmada en la superficie del planeta Tierra, la cual se basa en la degradación de la calidad del suelo que está ligada a la existencia de sustancias químicas. Más específicamente, es el incremento de los compuestos químicos con origen antropogénico, que causa la reducción de su empleo potencial, ya sea desde el punto de vista humano como de la naturaleza.
Dicha alteración puede causar graves problemas en la flora, la fauna y la salud de los seres humanos, siendo un ejemplo claro la pérdida del agua potable, el agua de riego y el equilibrio del ecosistema, ya sea por entrar en contacto o por surgir del suelo.