¿Sabías que la humanidad comenzó en el continente africano? Así es, y alrededor del 43.000 a.C. migró a Europa a través del Oriente Próximo y Europa del Este, teniendo en cuenta que allí se encontró con el hombre Neandertal, con el que se supone que tuvo muchos conflictos y colaboró en su extinción. El hombre del que hablamos se conoce como hombre de Cromañón, ya que fue hallado en 1896 por primera vez en Cro-magnon, una localidad del país francés.
Es el primer humano moderno prehistórico conocido por los arqueólogos y los historiadores como Homo sapiens, es decir, una especie del orden de los primates perteneciente a la familia de los homínidos.
A continuación te mostramos las características más destacadas del hombre Cromagnon. ¡No dudes en seguir leyendo!
Gran capacidad craneal
El cráneo del cromañón destaca por tener un gran mentón y ser alargado, lo que se conoce de forma técnica como cráneo dolicocéfalo. A su vez, el arco supraorbitario es muy marcado y la nariz muy pequeña respecto a la anchura de la cara.
Por otra parte, cabe resaltar la gran capacidad craneal, ya que consta de unos 1.600 centímetros cúbicos, lo que conlleva a poder realizar tareas mucho más complejas, construir herramientas y confeccionar vestimentas.
Forma de asentamiento
Hasta el momento, muchos de los grupos homínidos que vivían en los continentes destacaban por ser personas nómadas que se movían dependiendo lo que podían cazar y recolectar. Pero llegó el momento en el que el hombre de Cromañón empezó a tener predilección por algunas zonas, campamentos al aire libre y cuevas, aunque eso no le hizo considerarse sedentario.
Sociedad de cazadores-recolectores
Es una sociedad de cazadores y recolectores, y cada grupo tenían una tarea asignada. Algunos se dedicaban a cazar animales, tanto grandes como medianos mamíferos, y otros debían encargarse de la realización de trampas para los pequeños animales y recolectar frutos de los árboles y los arbustos.
Industria lítica
El hombre de Cromañón se asocia desde su descubrimiento a la industria lítica, es decir, la producción de herramientas de piedra. El complejo de la elaboración de dichos materiales era bastante alto, ya que en los filos de los mismos se realizaban varias incisiones que daban lugar a pequeños dientes con el objetivo de cortar la carne. De todas formas, han aparecido agujas elaboradas con hueso.
Pinturas para un ritual
El hombre de Cromagnon no solo estaba enfocado en la elaboración de herramientas para la supervivencia. Hay varias excavaciones arqueológicas que demuestran que en aquel momento las pinturas rupestres eran algo importante para la sociedad.
El hombre Cromagnon se dedicaba a realizar pinturas rupestres a modo de ritual con la finalidad de que sus cacerías fueran fructíferas.
Vestimenta con adornos
se han encontrado indicios que apuntan a que el cromañón se cubría con piel en forma de taparrabos, que la sujetaba con unas tiras de cuero. No hay que olvidar los adornos, concretamente los collares con uñas y dientes de animales, así como también con caracolillos.