¿Qué es la inversión? Se denomina así al acto mediante el cual se hace uso de una serie de bienes con el principal fin de obtener una determinada renta durante un cierto periodo de tiempo. Más concretamente, se utiliza el capital en actividades económicas para aumentarlo, posponiendo el consumo y consiguiendo a cambio unos bienes a largo plazo.
Cuando las inversiones se realizan a largo plazo el principal objetivo es incrementar la utilidad que tienen los propios valores a través de los dividendos o intereses, u obteniendo un beneficio de la subida de valor en el mercado.
A continuación se muestran ciertas características de la inversión a largo plazo.
Agentes y elementos que participan en la inversión a largo plazo
Las inversiones están formadas por una serie de agentes y elementos. Por un lado, el propio sujeto que las realiza, persona física o jurídica, y por otro lado, el conocido como objeto de la inversión. Por último, en relación al dinero, el desembolso inicial, los pagos y los cobros durante el transcurso de la inversión, y el valor residual al finalizar el acto.
Incrementar los valores en el mercado
Cuando las inversiones son a largo plazo, el principal objetivo que sostiene el sujeto es incrementar la utilidad de los propios valores a través de tres vías: intereses, dividendos o incremento al alza del valor en el mercado. Por lo general, este tipo de inversiones se llevan a cabo para así obtener un determinado rendimiento económico en el futuro.
Obtener rentabilidad
Una de las características básicas que define la inversión a largo plazo es obtener la mayor rentabilidad posible a futuro, al tiempo que se forma una inversión sólida, continuada en el tiempo y sin grandes fluctuaciones. El sujeto busca obtener beneficios, para lo cual aprovecha los distintos flujos de efectivo que ofrecen lo dividendos e intereses.
Minimizar el riesgo
Las inversiones a largo plazo tienen un horizonte temporal muy amplio, de modo que es importante minimizar lo máximo posible el riesgo. La razón es que el inversor no puede exponer el capital inicial a un alto nivel de riesgo durante un largo periodo de tiempo ya que las probabilidades de que finalmente acabe produciéndose aumentan de forma notable.
Mejorar la estrategia
En las inversiones a largo plazo es requisito indispensable mantener las operaciones lo más seguras posibles. Para ello, el inversor debe elegir activos cuyos precios oscilen en el mercado, pero siempre manteniéndose dentro de unos determinados márgenes. Se trata de buscar activos manejables debido a que el vencimiento es a futuro.
Invertir en bolsa
Actualmente, una de las mejores opciones para invertir a largo plazo es la Bolsa.
Se trata de una opción atractiva para aquellos inversores que desean obtener un determinado rendimiento económico a largo plazo. Invirtiendo en Bolsa a futuro se puede obtener una muy buena rentabilidad, de modo que es una vía interesante si se compra a precios bajos. De lo contrario, la rentabilidad obtenida podría no ser muy alta.