¿Qué son los lisosomas? Se definen como las vesículas, relativamente grandes, formadas por el aparato de Golgi en las células animales y tienen como función principal transportar las proteínas, además de degradar sustancias intracelular de origen externo (heterofagia) o interno (autofagia). Estos organelos pertenecen al sistema endomembranoso, es decir, el sistema de membranas internas de las células eucariotas.
Este tipo de vesícula es fundamental, ya que lucha contra las infecciones y actúa en el proceso de la alimentación al fraccionar las moléculas grandes en más pequeñas para que se puedan reutilizar a posteriori.
Si quieres saber mucho más acerca de los lisosomas, no dudes en leer sus características más destacadas.
Tienen una morfología compleja
Los lisosomas se caracterizan por tener una forma esférica u ovalada, de entre 0,1 y 1,2μm de diámetro, además de poseer una estructura con una membrana doble en la que están diluidas unas 50 enzimas,tanto proteolíticas como hidrolíticas.
Poseen una membrana
Estos organelos poseen una membrana que contiene muchas proteínas, las cuales transportar las sustancias degradadas (proteínas, lípidos, ácidos nucleicos y carbohidratos) al citoplasma de la célula con el objetivo de que no se liberen las enzimas y así no destruir la propia célula.
Contienen múltiples enzimas
Como ya hemos mencionado anteriormente, los lisosomas tienen más de 50 enzimas en su interior, las cuales se centran en degradar múltiples biomoléculas. Entre ellas, las más destacadas son las siguientes:
- Las fosfodiesterasas: catalizan la ruptura de los enlaces fosfodiéster.
- Las peptidasas: Rompen los enlaces peptídicos de las proteínas.
- Las fosfatasas: Catalizan la eliminación de grupos fosfatos de algunos sustratos.
Tienen un ambiente ácido
El interior de los lisosomas es ácido, más específicamente, puede llegar a los 4,8 de pH, y las enzimas llevan bien el poder trabajar a dicha condición. Esto hace que se conozcan como hidrolasas ácidas y, para mantenerse así, es necesario tener un bomba de protones y un canal de cloruro en la membrana. De esta forma, ambos llevan el ácido clorhídrico al interior del organelo para ponerlas en funcionamiento y evitar la actividad enzimática al pH neutro del citosol.
Actúan como un mecanismo de defensa
Los lisosomas también se caracteriza por ser un mecanismo de defensa fundamental para la célula, ya que tienen como función luchar contra las bacterias que quieren invadir. Para ello deben atraparlas y diferirlas, lo que provoca que la respuesta del cuerpo causada por su sistema inmune se active.
Actúan como sensores metabólicos
Los lisosomas también tienen como función ser participe, en forma de sensores, del estado metabólico de la célula.
Estos organelos son capaces de hacerlo de dos formas diferentes:
- Respondiendo a las modificaciones en la disponibilidad de las sustancias que nutren y a la existencia de factores de crecimiento cerca de los lisosomas.
- Moviéndose entre los lisosomas y el núcleo, lo que permite que se comporten como factores de transcripción. Entonces, cuando unas mutaciones perjudican en cierta manera a los genes que recopilan las proteínas de señalización, comienzan a manifestarse afecciones.