La primera enzima se descubrió a mediados del siglo XIX gracias a Anselme Payen, un químico, físico y matemático francés, y el químico sueco Jean-Francois Persoz, aunque todas las investigaciones de la fermentación se dieron a través de Louis Pasteur, quien ya había sospechado de la presencia de una sustancia orgánica aceleradora. Y, ¿qué es una enzima? Se trata de una proteína soluble que se produce mediante ciertas células del organismo y tiene como función principal catalizar (disparar, acelerar, modificar, enlentecer e incluso detener) ciertos fenómenos químicos.
Como tal, cada órgano y célula del organismo contiene diversas moléculas, lo que ayuda a generar unos cambios químicos al ejercer sus funciones sobre unas moléculas conocidas como sustratos, que al pasar por varios procesos de transformación a través de las reacciones enzimáticas se convierten en productos.