El humanismo tuvo origen en el país italiano en el siglo XIV en ciudades como Florencia, Venecia y Roma, gracias a pensadores como Giovanni Boccaccio, Durante di Alighiero degli Alighieri y Francesco Petrarca, alcanzando así la cima cuando se creó la imprenta en 1440 de la mano de Gutenberg. También se conoce como humanismo renacentista, un movimiento filosófico y cultural europeo que rompe con las tradiciones escolásticas medievales y resaltando las cualidades de la naturaleza humana y rechazando las ideas tradicionales y las creencias religiosas ortodoxas.
Gracias a la evolución científica se incrementó el ejercicio analítico e interpretativo, además de hacer énfasis en el griego y el latín y progresar en otras áreas como la política, la psicología y la sociología, dando pie a una revolución cultural en muchos aspectos.
Para saber más acerca del humanismo, te damos la oportunidad de conocer algunas de sus características más destacadas.
Características generales
- Antropocentrismo: considera al ser humano como centro de todas las cosas.
- Racionalismo: considera la razón como fuente principal.
- Descentralización del conocimiento: la Iglesia pierde todo el monopolio al empezar a desarrollarse medios de comunicación como la prensa.
Perspectiva mundana
En esta época el hombre no se analizaba desde un punto de vista teológico, más bien se centraba en el hombre mundano, natural e histórico. El objetivo principal fue construir una humanidad y un mundo totalmente nuevo tomando como modelo a la civilización clásica greco-romana.
Inspiración en el pensamiento clásico
En esa época fue muy habitual difundir los textos griegos y latinos propagando así ideas de filósofos que habían quedado atrás. Entonces volvieron a ser introducidos otra vez en la corriente intelectual de Europa, sobre todo por aquellos que huían de Constantinopla y por las traducciones de copias árabes que se realizaban en el país español de textos latinos y griegos.
Estudio de las lenguas griega y latina
Durante el periodo humanista empezó a resaltar el estudio de 2 lenguas como el griego y el latino, conocidas como lenguas modernas. Más adelante, gracia a este periodo cultural, también resaltaron lenguas no clásicas como el alemán, el italiano el inglés y el español, entre otras.
El optimismo le gana a pesimismo
La fe de Dios se queda atrás y se centraron en la fe del ser humano, además el culto al ego fue cogiendo fuerza y se difundió la idea de que es fundamental luchar por la gloria para evolucionar.
El humanismo muestra que el ser humano es optimista y se vuelve el dueño de su propia vida, ya que deja atrás el pesimismo conservador y comienza a probar nuevas cosas.
Se legitima el deseo de poder
El humanismo se centró en fomentar el crecimiento de las potencialidades humanas, lo que conlleva a que se luche y se proteja el legítimo derecho de fama, prestigio y poder. Esta postura aparece en “El príncipe” de Nicolás Maquiavelo y se adapta a los nuevos tiempos porque desea continuar participando en la vida política.