Características de la religión egipcia

Se habla de la religión egipcia como los ideales politeístas y ritos de la civilización egipcia que se practicaron desde 5.000 años antes de Cristo hasta los inicios de después de Cristo. Se enfocó en la comunicación de la población egipcia con distintas divinidades, quienes creían que estaban controlados por algunas fuerzas del universo.

Durante la existencia de la creencia religiosa hubo muchos cambios y por eso la significación de los dioses particulares subían y bajaban y sus vínculos variaban. La religión del Antiguo Egipto ha sido tan importante y ha marcado tanto que tiene bastantes manuscritos, monumentos y mitos, añadiendo influencias de las culturas vetustas y modernas.

En conclusión, durante toda la historia, la religión egipcia ha sido una de las más destacadas y de las que más información se ha promulgado, por eso en este artículo se van a mostrar las características de la misma.

La religión egipcia se basaba en un estado politeísta

La religión egipcia era politeísta

El Antiguo Egipto era politeísta, esto quiere decir que tenían fe en algunos dioses a los que les rendían adoración, los cuales eran zoomorfos y que más adelante se les denominó como antropomórficos, es decir, tenían parte animal y parte humana. Estos dioses lo que hacían era interponerse en la vida diaria de los individuos, además de comunicar a los faraones sobre las acciones que debían realizar.

El culto a los dioses en la religión egipcia

Los templos eran el lugar de culto, es decir, como el hogar de los Dioses, los cuales estaban fabricados con grandes agrupaciones de pedruscos. Dentro del mismo se hallaban inmensos pasillos a modo de laberinto en los que se situaban distintas salas, un lugar que hacía referencia a la travesía que podía alcanzar el más allá. Allí se encontraban las tumbas en las que se ponía alimentos para que el espíritu del fallecido pudiera alimentarse para continuar con su viaje.

La momificación en la religión egipcia

En el Antiguo Egipto tenían la creencia de que había vida después de la muerte y por eso el cuerpo del fallecido se mantenía mediante el embalsamamiento. Este proceso se realizaba 2 o 3 días después del fallecimiento, al lado del río Nilo, donde colocaban el cadáver y les extraían los órganos fundamentales y les limpiaban el cuerpo, para después colocarlos en las tumbas envueltos en seda.

Importancia religiosa del faraón

El faraón o rey de Egipto era admirado por ser un vástago de los dioses, concretamente del Dios Horus hasta que se llegó al nuevo imperio y era el del Dios Ra.

En la vida del día a día el faraón era un individuo normal gobernando a los hombres de la tierra pero en el momento del fallecimiento se le empezaba a ver como un dios, incluso como parte del Dios Osiris, que gracias a él eran inmortales y tenían mucha fortuna.

Los amuletos de la religión egipcia

En esa época había muchos elementos mágicos pero los más llamativos para los egipcios eran los amuletos, los cuales se agujereaban para poder colocarlos en los colgantes, brazaletes, anillos, etc. Unos amuletos que según sus creencias servían para protegerles y para ofrecerles unos poderes concretos y los más destacados eran el anillo atlante y el buitre real.

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