El trotskismo es una de las corrientes de pensamiento marxista más destacadas y empezó su etapa en el año 1879 de la mano del ruso Lev Davídovich Bronstein o más conocido como Lyev Trótskiy, un político y revolucionario que destacó en el siglo XX por su lucha en la Revolución Rusa. En términos generales, se centró en crear una corriente que fuese lo opuesto al marxismo-leninismo de Iósif Stalin y a las ideas que tenían sobre el socialismo en un solo país al defender la revolución permanente.
Él se centró en este último concepto, el cual se opuso a la idea de que el gobierno de forma solitaria lograse él éxito, entonces propuso la unión internacional de todos y cada uno de los proletarios de Europa y del mundo a causa de la escasez de los mismos.
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Formación de La Cuarta Internacional
El trotskismo dejó a un lado las ideas de la corriente de Stalin y escogió medidas distintas al burocratismo que ya se implantaba en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a causa de la primacía de la nomenklatura del Partido Comunista.
Esto hizo que Trotski y las personas que le apoyaban organizasen la “Oposición de Izquierda Internacional” que, a su vez, estuvo dentro de la Tercera Internacional Comunista hasta que Adolf Hitler consiguió llegar al poder en Alemania, momento en el que formaría una Cuarta Internacional.
Los aspectos más relevantes fueron:
- La teoría de la revolución permanente.
- El Programa de Transición.
- El internacionalismo.
Exportar la revolución
Esta corriente apoyó la internacionalización de la revolución, ya que en la Unión Soviética las desigualdades y pobrezas que había a causa de las anteriores guerras y del régimen político de la antigua Rusia en el que reinaban los zares obligaron a un desarrollo de las fuerzas productivas. La transición se dio de forma paulatina empezando con la revolución democrática y siguiendo con las tareas de la construcción del socialismo.
Postular al entrismo
Se conoce al entrismo a la doctrina en la que sus miembros se afilian o entran en los grandes partidos de masas de sus respectivos países con la finalidad de ganar más adeptos para redireccionarlos hacia una organización revolucionaria.
En este caso, a través del entrismo, tenían contacto directo con miles de trabajadores para conseguir que luchasen y probar a diario sus ideas y consignas en las acciones de las masas.
Oposición a la burocracia
El trotskismo fue la oposición a la burocracia, por eso decidieron que las estructuras de poder debían ser democráticas y que los cargos rotasen para que no solo un grupo se hiciese con el poder.
De todas formas hubo otros aspectos que resaltaron y son los siguientes:
- Apostó por los métodos de planificación del crecimiento económico en un período de 5 años.
- Luchó para que las tomas de poder estuvieran siempre de la mano de la clase formada por los proletariados.
- Se sustentó en dos publicaciones: Programa de Transición” (1938) y “Teoría de la Revolución Permanente” (1930).