El neoclasicismo se originó en Italia y Francia en el siglo XVIII con el apoyo de Napoleón, aceptando la expansión de este movimiento estético. Los artistas que lo conformaban se basaron en la idea de la mímesis, es decir, se centraron en copiar la realidad tal cual la veían, pero el Romanticismo se opuso a ello y llegó la decadencia.
La característica más importante de este estilo fue que consiguieron recuperar los valores estéticos de la sencillez, la belleza y la simetría, los cuales tuvieron mucha importancia en la cultura clásica grecorromana