Características de la evaluación

El autor Augusto Pila Teleña define la evaluación como “una operación que se realiza dentro de la actividad educativa y que tiene como objetivo alcanzar el mejoramiento continuo de un grupo de alumnos”. Por lo tanto, desde el punto de vista pedagógico, podemos decir que se trata de un conjunto de fases sucesivas de registro y valoración de los resultados que se logran gracias al aprendizaje mediante una buena educación y un buen programa escolar.

Para lograr este proceso es necesario saber cuáles son los criterios de evaluación, teniendo en cuenta que lo más habitual es que se centre en asimilar un término, analizar la resolución del problema y asentar la interiorización de un conocimiento.

En este artículo te vamos a informar acerca de las características de la evaluación.

La evaluación tiene como objetivo principal retroalimentar el proceso enseñanza-aprendizaje

Características de la evaluación tradicional

  • Los parámetros los asienta el profesor o docente, y en ciertas ocasiones puede que no se ajusten a los criterios académicos, incluso no se tengan unos objetivos claros.
  • La persona a la que se le evalúa, en este caso el estudiante, realiza un esfuerzo para un examen, el cual posteriormente se transforma en un simple número.
  • Normalmente, la finalidad principal es aprobar o no, teniendo en cuenta que ciertos alumnos “pasan” y otros no.
  • Lo más importante es la respuesta, sin tener en cuenta cuál es el proceso que le ha llevado al estudiante a dicha solución.
  • Se centra más en resaltar los errores y las debilidades del alumno que en analizar cuáles son los logros y seguir mejorando.
  • El resultado de la evaluación es inamovible, por lo que el estudiante no tiene la posibilidad de lograr una nueva oportunidad.

Características de la evaluación educativa

  • Se centra en analizar cuáles son los objetivos a alcanzar, además de la totalidad de los aspectos del aprendizaje y de la forma en la que el alumno los realiza.
  • Lo que intenta es recoger toda la información posible del aula y de las actividades extra escolares para incidir en el mejoramiento de la calidad y en consecuencia el rendimiento.
  • Brinda mucho más apoyo a las fortalezas del estudiantes que a sus debilidades o falencias.
  • Se realiza de forma continua incluso si se tiene que reajustar algún aspecto de la evaluación, por lo que no frena el desarrollo del alumno. Considera a cada estudiante como un sujeto de aprendizaje, por lo que analiza detenidamente cuáles son sus capacidades culturales y lingüísticas, además de la cognitiva, entre otras.

La evaluación se considera participatoria y colectiva al intervenir todas las personas en el proceso educativo: profesores, educadores y padres y madres.

  • Ofrece los elementos suficientes para que el profesor tenga la opción de emitir un juicio de valor de cada estudiante en cada paso o secuencia establecida en el proceso de enseñanza.
  •  Se considera flexible al realizarse a lo largo del curso, además de integrar otros elementos que no sean solo el examen, por ejemplo los trabajos de investigación, los talleres y las monografías.

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