El vocablo empresario tiene origen en la época medieval francesa, momento en el que se conocía como entrepeneur a aquella persona que se encargaba de todos los factores de producción, es decir, la labor de los siervos, los materiales y los recursos del señor feudal. Actualmente, un empresario es aquel que se centra en elaborar el plan estratégico, teniendo que implantar ciertas normas para conseguir los objetos y organizar la administración.
Esta persona tiene que tener conocimientos, contactos y niveles de innovación y creatividad muy elevados con el fin de conseguir un nicho de mercado para aumentar las ventas, la producción, los nuevos avances, e incluso, las ganancias.