A lo largo de la historia, las diferentes sociedades han establecido una serie de normas y leyes con la finalidad de constituir una serie de parámetros de comportamiento que permiten la estabilización y la buena convivencia. Normalmente, las normas están ligadas con las estructuras del raciocinio, las formas de comprender el mundo, lo que le rodea a cada uno y, como no, los valores morales.
Desde los inicios, este conjunto de reglas se han expresado de manera oral y poco a poco se fueron escribiendo, lo que las transformó en universales y objetivas, además de proporcionar una base fiable para que los ciudadanos las cumplan.