En los siglos XVIII y XIX ocurrieron una serie de revueltas en las que optaron por el predominio de la República parlamentaria o presidencial como estructura de los Estados. Sin embargo eso no hizo que posteriormente la monarquía, a veces parlamentaria, comenzara a prevalecer en unos 42 países según la ONU, siendo un estilo no muy habitual de conformar un Estado.
La monarquía parlamentaria es una forma de mandato democrático en el que el rey adquiere el puesto de la autoridad superior del Estado pero está bajo la orden de los poderes ejecutivos que es el presidente y el poder legislativo que es el parlamento.